Dejad, no levantéis ninguna estela, que la rosa florezca por ella cada año: esto es Orfeo. Su metamorfosis en esto y en aquello. No busquemos nombres distintos. Una vez por todas todo canto es Orfeo. Llega y sale.
¿No es mucho ya que sobreviva a veces por unos días al cuenco de las rosas? ¿No lo entendéis? Debe desvanecerse. Aunque el desvanecerse a él mismo le dé miedo. Transponiendo el aquí con su palabra, ya está allí, no lo podéis seguir.
La reja de la lira no aprisiona sus manos. Y obedece superando.
De "Los Sonetos a Orfeo" Rainer Maria Rilke
("Su poesía brota desde la hondura de un silencio antiguo", como la tuya, ambas me inundan y me estremecen)
Soneto V
ResponderEliminarDejad, no levantéis ninguna estela,
que la rosa florezca por ella cada año:
esto es Orfeo. Su metamorfosis
en esto y en aquello. No busquemos
nombres distintos. Una vez por todas
todo canto es Orfeo. Llega y sale.
¿No es mucho ya que sobreviva a veces
por unos días al cuenco de las rosas?
¿No lo entendéis? Debe desvanecerse.
Aunque el desvanecerse a él mismo le dé miedo.
Transponiendo el aquí con su palabra,
ya está allí, no lo podéis seguir.
La reja de la lira no aprisiona
sus manos. Y obedece superando.
De "Los Sonetos a Orfeo"
Rainer Maria Rilke
("Su poesía brota desde la hondura de un silencio antiguo", como la tuya, ambas me inundan y me estremecen)